La cruz es un acto de la justicia de Dios, porque en la cruz el hombre es juzgado como pecador, pero este juicio, en lugar de caer sobre el hombre, cae sobre Cristo, la víctima propiciatoria. (…) Si nos preguntamos ¿Por qué la cruz?, ¿Para qué la cruz?, la palabra de Dios sólo nos da una respuesta, y es que la segunda persona de la Deidad, como Cordero de Dios, es la ofrenda sustitutiva por el mundo perdido.

Cristo llevó nuestra maldición.
Es Cristo quien fue entregado por nuestras ofensas, y luego resucitado para nuestra justificación. (Rom 4:25)

Libro: "La Doctrina Bíblica sobre la cruz de Cristo I"

Horacio A. Alonso