Devocional del Día



"Corona de honra es la vejez que se halla en el camino de la justicia."
Proverbios 16:31

Cierta vez me dijo un anciano, que la vejez era una desgracia por causa de sus achaques y dolencias.
Él llevaba una vida sombría y fastidiosa, que revelaba que ciertamente no andaba en el camino de la justicia. El mundo está lleno de estos ancianos, cuyas vidas no hallaron el contentamiento de los días vividos y que al presentir los días del fin, se hallan sin paz ni esperanza.

Sin embargo, no es así con los ancianos que son de Cristo. Para éstos la vejez es una corona de honra. En primer lugar la honra que han recibido del Señor cuando fueron salvos y santificados. Luego la honra de haberle servido por poco o muchos años; la honra de haber llevado a otros a los pies de Cristo y la de haber dado al mundo un testimonio fiel y fructífero.

Todo esto proporciona una vejez feliz y aún fructífera, pues los ancianos son de mucha utilidad en la obra del Señor; sus consejos y experiencias son de mucho valor para la juventud. ¡Qué alentador es ver a un anciano gozoso en su Señor! La corona de la honra es el premio y el anticipo de otras más que el creyente ha de recibir. Así será, porque han andado en el camino de la justicia. Si deseamos una vejez tranquila y con honra, procuremos hallarnos siempre en ese camino y no salgamos de él por nada del mundo, pues aquí en esta vida hay la promesa de la bendición para nuestros nietos y biznietos, si así Dios lo quiere. Se ha de cumplir aquello de que habla el apóstol: "Aunque este viejo hombre se va desgastando, empero el hombre interior se renueva cada día."

Que aquellos en cuyas cabezas está la nieve de los años, vivan un día alegre y en la fuerza de Cristo. y que se acuerden de esta palabra: "Y hasta la vejez, y hasta las canas o soportaré yo, yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré."

Del libro: "Espigando" Angel M. Bonatti