DIOS NOS HABLA DE MUCHAS MANERAS (II)
Dios nos habla de muchas
maneras. Otra manera en que Dios nos habla es la de la advertencia, expresando
al hombre las cosas que Él ama, para que el hombre las practique y las cosas
que aborrece, se aparten de ellas ¿Qué cosa debía amar el hombre?: Amor,
verdad, juicio, misericordia y justicia ¿Qué cosas debía aborrecer? Odio,
mentira, impureza, maledicencia, adivinación, hechicería e idolatría.
Dios también ha hablado en
otra manera: David el salmista (Salmo 39:11) dice:”Con castigos por el pecado
corriges al hombre” y otras veces anunciando castigo a la nación de Israel,
cuando este pueblo se dio a la idolatría y a las costumbres de los pueblos
paganos que no conocían al Señor. El les anuncia que vendría el enemigo y el
pueblo sería llevado cautivo a Babilonia.
Tengamos en cuenta que
siempre, las distintas maneras de expresarse nuestro Dios, tienen que ver con
su compasión y con la corrección que quiere dar a los que ama. Cuando los suyos
se alejan, El dice en tono dramático: ¡Volveos volveos! oh casa de Israel, ¿por
qué moriréis? Sabiendo que el alejamiento de Dios, nunca trajo otra cosa aparejada
sino la muerte.
También Dios ha hablado de
manera triste. Por ejemplo a través del canto elegíaco del profeta Jeremías, en
sus lamentaciones expresa su dolor por la disciplina dura, que tuvo que
impartir a Su pueblo y dice: ¡Cómo ha quedado sola la ciudad populosa! La
grande entre las naciones se ha vuelto como viuda. La señora de provincias ha sido
hecha tributaria..."
Tanta es la congoja de Dios
por los suyos, que Isaías lo expresa así:(63-9) "En toda angustia de ellos,
El fue angustiado, y el ángel de su faz los salvó; en su amor y en su clemencia
los redimió, los trajo y los levantó, todos los días de la antigüedad..."
Pero la manera especial de
Dios en su expresión, es el amor, ese amor eterno con que nos ama y que ha
hecho que hasta hoy nos prolongase su misericordia, ese amor cuya expresión
mayor es la entrega de Su Hijo Amado, a vestirse de nuestra humanidad, vivir
sin pecado en este mundo trastornado, e ir en lugar nuestro a cargar con el castigo
que nuestros pecados merecían. ¿Quién puede medir el alcance de este amor?
¿Quién puede tener en poco un amor tan grande?
Si el amor de Dios no nos
conmueve hoy, llevándonos al arrepentimiento y a la confesión del pecado ¿Qué
esperanza habrá para nosotros? El Dios que posee por excelencia el atributo
glorioso del amor, posee también el glorioso atributo de la justicia. Y sólo
nos espera el juicio justo de Dios si despreciamos su misericordia, su amor. El
escritor de la carta a los hebreos dice: ¿cómo escaparemos nosotros si
desperdiciamos un Amor tan grande?
Amable lector, que el amor
de Dios te persuada hoy llevándote a Cristo el Salvador, antes que Su justicia
te alcance y no haya remedio para tu situación. Dios te ilumine y puedas tener
hoy mismo un encuentro con el Salvador, Jesucristo.